Aspecto Legal de los Despidos en la Empresa : Derechos y Obligaciones de Empleadores y Empleado
Introducción a la Legalidad de los Despidos Laborales
Desde siempre, la materia de los despidos se ha tratado de una de las grandes claves de la vida laboral, tanto desde la perspectiva de un empleador como del empleado. Por parte del empleador, supone un dilema legal, en tanto que hay una serie de requisitos para ejercer un despido y que éste no sea improcedente; por parte del empleado, existe la eterna preocupación acerca de la conservación del puesto de trabajo, en tanto que supone la subsistencia de la persona en la sociedad moderna.
En este artículo, se pretende arrojar un poco de luz sobre el Aspecto Legal de los Despidos en la Empresa, sobre las dudas más comunes y habituales respecto a los despidos de una forma lo bastante asertiva como para que incluso un lego en la materia pueda entender cuáles son sus derechos y sus deberes en materia de despido; de forma objetiva y con ánimo puramente informativo.
Definición de Extinción del Contrato de Trabajo y Despido
En primer lugar, es importante calificar los distintos tipos de despido. De acuerdo con el Estatuto de los Trabajadores, existen tres tipos de despido: el despido objetivo, el disciplinario y el despido improcedente.
Por otra parte, es conveniente recalcar que no es lo mismo la “extinción” del contrato de trabajo o de la relación laboral, y el “despido”. Antes de pasar a la clasificación de los diferentes despidos, vamos a definir qué es la extinción del contrato de trabajo y qué es el despido:
Aspecto Legal de los Despidos en la Empresa: la extinción del contrato de trabajo es la finalización de la relación laboral entre las partes, ya sea por conclusión del periodo de trabajo (trabajo temporal) como por la extinción unilateral de una de las partes (dimisión si la ejerce el trabajador, o despido si la ejerce el empresario) o por el mutuo acuerdo entre ambas. La extinción del contrato se trata, sin más, del fin de la relación laboral, que puede ser consensuada o no.
El despido, sin embargo, es un tema mucho más específico que requiere de matices en su definición. Se trata de la extinción unilateral del contrato de trabajo por parte del empresario, por un motivo concreto.
Tipos de Despido Según el Estatuto de los Trabajadores
Por tanto, a la hora de clasificar los despidos, se tienen que definir los siguientes:
Despido Objetivo
Es aquel que se genera por causas objetivas respecto de la salud de la empresa. Si la empresa se encuentra con pérdidas o en una situación de parón por la cual resulta insostenible mantener ciertos contratos de trabajo. Este despido se encuentra fuertemente regulado y requiere una serie de requisitos muy concretos, tales como el tiempo y forma de la carta de despido, un preaviso de quince días, y sobre todo, la aportación de pruebas de los motivos por los cuales mantener al trabajador en su puesto de trabajo resulta imposible. Si estos motivos no fueran aportados, el despido podría calificarse como nulo o improcedente.
Despido Disciplinario
Es aquel que se genera por amonestaciones, mal hacer, subordinación o, en general, causar problemas a la empresa con mala fe, rompiendo el contrato de trabajo, con faltas reiteradas al trabajo, absentismo, mal carácter, faltas de respeto… En definitiva, todos los malos comportamientos que se pueden encontrar recogidos en el decálogo del mal trabajador. Este despido requiere la aportación de pruebas de las faltas cometidas por el trabajador, desde las amonestaciones verbales hasta pruebas documentales, la entrega de la carta de despido al mismo, y no tiene requisito de preaviso. No obstante, la carta de despido resulta un elemento clave en este tipo de despido, ya que tiene una serie de requisitos que debe cumplir para que no se considere un despido nulo o improcedente.
Despido Improcedente
Dentro del Aspecto Legal de los Despidos en la Empresa, este tipo de despido es aquel que se ejerce faltando de alguna manera a las formas legales de los otros dos despidos; a través del incumplimiento del preaviso, del contenido y forma de la carta de despido, sin una razón justificada o incumpliendo los requisitos legales para ser considerado un despido procedente. Este tipo de despido suele ser calificado de esta manera tras pasar por vía judicial, que un abogado o graduado social puede asistir en su procedimiento, y en su conclusión pueden pasar tres cosas: o bien el despido es considerado procedente y, por tanto, la relación laboral se considera extinguida, o se le paga al trabajador una indemnización de treinta y tres días por año trabajado hasta un máximo de 24 mensualidades (Este cómputo es distinto si el trabajador lleva trabajando en la misma empresa desde antes del 10 de febrero de 2012), o se opta por la reinserción del trabajador al puesto de trabajo, en cuyo caso, suele tener además en cuenta los salarios de tramitación.
Proceso Judicial y Resolución de Despidos Improcedentes
Esta última cuestión probablemente llevará a más de uno a preguntarse, ¿qué son los salarios de tramitación?
Pues bien, los salarios de tramitación son las remuneraciones que el trabajador debería haber percibido, pero no hizo, durante el periodo entre que fue despedido y se pronuncia la sentencia. Por tanto, se calcula el salario que el trabajador debería haber percibido al servicio de la empresa durante ese periodo, y se le restan los salarios que haya percibido por otras vías (paro, indemnizaciones y otros trabajos).
Conclusión y Recomendaciones
En resumen, el despido es una de las áreas más complejas y delicadas del derecho laboral, tanto para empleadores como para empleados. Es crucial comprender las diferentes formas de despido —objetivo, disciplinario e improcedente— y los requisitos legales asociados a cada uno para evitar consecuencias negativas como litigios prolongados y costos inesperados. La correcta aplicación de la normativa laboral no solo garantiza una relación laboral justa, sino que también protege los derechos de ambas partes involucradas.
Para empleadores, es fundamental seguir los procedimientos legales al pie de la letra y contar con pruebas documentales para justificar cualquier despido. Para los empleados, conocer sus derechos puede hacer la diferencia en caso de enfrentar un despido injusto o improcedente.
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